Existe la hipótesis que la suplementación oral con vitamina D3 (colecalciferol) puede ayudar al
sistema inmune y podría disminuir el riesgo de contagio de infecciones del aparato respiratorio
incluyendo las virales como el coronavirus 1,2.
La vitamina D tiene un papel bien conocido en el metabolismo óseo y mineral, regulando la
absorción intestinal, excreción renal del calcio y del fósforo y la resorción ósea, y en el sistema
inmune mediando la inmunidad natural celular induciendo la producción de péptidos
antimicrobianos como la Catelicidina Humana y la IL-37, así como regular la producción de
citoquinas proinflamatorias como el interferón gamma y el factor de necrosis tumoral alfa, entre
otros mecanismos 1,3
No existen estudios contundentes que hayan demostrado que la suplementación oral con
Vitamina D3 en población en general, ofrezca un beneficio en otros aspectos no relacionados al
metabolismo óseo, incluyendo el de las infecciones de cualquier tipo. Al parecer el beneficio que
se ha reportado para disminución de infecciones de aparato respiratorio, solo en los pacientes
adultos que cursan con deficiencia de vitamina D y se les administra suplementación oral con
vitamina D3
1,3,4,5,6
.
En algunos estudios, se ha demostrado la disminución de exacerbaciones por asma en niños y
adultos que recibieron la suplementación oral con Vitamina D3 7.
En este contexto debemos aclarar que es diferente estudiar la deficiencia de vitamina D (definida
como una concentración sanguínea de 25 hidroxivitamina D menor de 20 ng/mL, la cual, si se ha
asociado a diferentes enfermedades incluyendo infecciones de aparato respiratorio, a estudiar la
suplementación con Vitamina D3 en población en general (es decir, que no tengan documentada
la deficiencia de vitamina D) con el objeto de tratar de disminuir el riesgo de algún desenlace,
incluyendo infecciones. Y todo esto ha sido estudiado tomando como referencia el punto de corte
de deficiencia de vitamina D que se establece para los pacientes con alteraciones en el
metabolismo óseo y mineral (osteopenia y osteoporosis principalmente) y realmente no
conocemos el punto de corte de las concentraciones de vitamina D, para otros tipos de
desenlaces, incluyendo el de infecciones, por mecionar algunos ejemplos: en algunos artículos
comentan concentraciones basales mayores de 50 ó 60 ng/ml pueden asociarse a una disminución
en el riesgo de infecciones del aparato respiratorio 1,2,4 , y en otros estudios de ha comentado que
con la suplementación con vitamina D redujo, el riesgo de infección aguda del tracto respiratorio
en un 12 % en general en todos los participantes (11 321 personas entres 0 a 95 años de edad), sin
embargo el beneficio se reportó en los que recibieron la vitamina D en dosis diaria de 800 a 2000
UI o una dosis semanal mayor de 2000 UI y los efectos protectores fueron más fuertes en
pacientes con concentraciones de vitamina D menores de 10 ng/mL 6
También existe la teoría de que la deficencia de la vitamina D, puede ser resultado del mismo
proceso de inflamación sistémico producido por la enfermedad de base, que puede disminuir las
concentraciones de esta vitamina D y esto no se mejore al suplementar dicha vitamina 2, 4
.
Por lo que podemos comentar lo siguiente:
La suplementación con Vitamina D3 de 400 a 1000 UI al día dependiendo del grupo etario, y
mantener las concentraciones en sangre por arriba de 30 ng/mL, en las siguientes personas:
La deficiencia de vitamina D se asocia a enfermedades no solo del metabolismo óseo y mineral,
sino también a enfermedades que producen inflamación sistémica aguda y/o crónica como en: la,
edad avanzada (mayores de 65 años), enfermedades cardiovasculares, enfermedades
crónicodegenerativas, en las infecciones, entre otras, sin embargo los estudios de suplementación
oral con vitamina D3, no han demostrado de manera contudente un beneficio en deselances fuera
de la parte ósea, aunque parecieran tener algún beneficio en infecciones del aparato respiratorio
como las virales, no obstante necesitamos mas estudios con mejor nivel de evidencia sobre este
tema.
No existe evidencia contundente para recomendar el consumo de suplementos con vitamina D3 a
toda la población en general, con el objetivo de disminuir el contagio por el nuevo coronavirus.
Pero se pudiera considerar la suplementación en personas con alto riesgo de deficiencia de
vitamina D como lo son las que padecen: obesidad, diabetes mellitus o hipertensión arterial
sistémica y mayores de 65 años de edad, entre otras.
REFERENCIAS